Sé lo infeliz que eres y tal vez esto no te ayude en nada, pero quiero que sepas que siempre estaré aquí. No voy a dejarte caer, te prometo que siempre podrás contar con migo… ¡Guau! ¡si que suena cursi! Pero lo sabes ¿no? ¿Sabes que nunca jamás te voy a hacer daño?
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