Color my life with the chaos of trouble.


27 may 2011

Volver.


Yo adivino el parpadeo de las luces que a lo lejos van marcando mi retorno...
Son las mismas que alumbraron con sus pálidos reflejos, hondas horas de dolor.
Y aunque no quise el regreso, siempre se vuelve al primer amor.
La vieja calle donde el eco dijo, tuya es tu vida, tuyo es tu querer
bajo el burlón mirar de las estrellas que con indiferencia hoy me ven volver.
Volver.... con la frente marchita, las nieves del tiempo platearon mi ser.
Sentir... que es un soplo la vida,
que veinte años no es nada, que febril la mirada errante en las sombras
te busca y te nombra.
Vivir... con el alma aferrada a un dulce recuerdo que lloro otra vez.

25 may 2011

¡Pirata siempre ser!

-¿Su nombre es Jack Sparrow?
-Omitió el Capitán en alguna parte.


24 may 2011

To get Her

Lo único que tengo para decir es esto:

No me arrepiento de nada.

Quizás hubiera sido mejor si las cosas se hubieran dado de otra forma, pero tarde o temprano todos tienen lo que se merecen. A todos les llega la hora.

Era un día de lluvia, y yo estaba junto a la chimenea intentando leer Romeo y Julieta. Digo intentando, porque no lo conseguía; mi mente divagaba por toda clase de pensamientos paranóicos, y la novela de Shackespeare no era, que digamos, muy emocionante. Nunca me gustó la literatura antigua. Sólo lo leía por pura curiosidad.

Finalmente cerré el libro con un golpe seco, y lo deposité en la mesa ratona contigua al sofá. Es un día terrible –pensé. No puedo parar de pensar en Tom. Mi novio, Tom. Había viajado exactamente hace tres días a la ciudad para ver a su familia. Le extrañaba mucho. Es un buen chico, pero nunca pude dejar de dudar de él. Por lo menos, no después de haber realizado las investigaciones supersecretas.

Resulta que soy una persona muy celosa. Demasiado, en exceso. Y mi novio es un muchacho sociable y atractivo; todas sus amigas se le pegan.

Eso no me gusta ni un poco.

Novio atractivo + amigas cariñosas + novia celosa = desastre.

Definitivamente no es la mejor combinación. Por eso tuve que poner en marcha planes de investigación, ¿no está mal, verdad? No. No lo está.

Tom no sabe nada del hecho. Creo que se enfadaría mucho, pero mis pensamientos me juegan siempre en contra. Averigüé cada cosa sobre sus anteriores relaciones. Él me lo había contado inocentemente. Lo peor es que las conozco, a todas y cada una de ellas.

Una fue en su momento, mi mejor amiga. Ella misma me presentó a Tom; había salido con él en el último año de la secundaria. Él dijo que había terminado con ella porque se había cansado de la relación. Ahora está conmigo, claro.

Las que restan de sus ex novias son solo tres. Las conozco de vista solamente, pero sé que mantienen relación con él hasta hoy en día. Una de ellas concurre a la Universidad con él. En el mismo curso. Comparten el mismo ambiente, el mismo aire.

Eso para mí, no está nada bien.

Las otras dos son historias diferentes. Una fue su compañera de salsa años atrás, en la época en que todavía yo no conocía a Tom. Ya lo ha abandonado, gracias al cielo. Y la que todavía no he nombrado, es la más peligrosa de todas. La rubia cara de Barbie con fallas de fabricación. Es modelo. Piernas largas, el pelo llovido. Odiosa. La conoció por medio de un amigo, fue su última novia antes de mí.

Maldita rubia… ¡juro que la odio! Fue la única muchacha que terminó con él. Por eso es la que más me preocupa. Fíjate, si él terminó con las demás chicas, fue por decisión propia, porque ya no sentía nada más. Pero la rubia terminó con él, cuando estaba muy enamorado. Le destrozó el corazón, y le ha costado mucho superarlo. Yo me retuerzo la conciencia pensando que todavía no lo ha hecho.

Y… ¿qué ironía, verdad? Ahora que Tom está feliz conmigo, la susodicha le persigue y lo acosa todo el tiempo. Sé que ella lo busca, aunque él me lo niega. Pero he leído sus mensajes de texto, he revisado su cuenta de correo, y la he descubierto. Tom jamás le siguió el juego, pero no sé que es lo que realmente siente en el fondo.

Sólo sé que no lo aguanto. Me crispa los nervios, me pone totalmente neurótica imaginar su pasado con ella, y sus labios seductores pegados a los de chico.

Se apodera de mí una furia intensa que me sacude. Y sé donde ella vive, sé a donde va y a dónde deja de ir.

De repente ya no estoy junto a la chimenea; me encuentro siguiéndola por la calle de enfrente. Cruzo y doblo en la misma esquina que ella, y camino sigilosa por detrás. Está claro que se dirige a su casa. El barrio más solitario y ostentoso de este pueblo tranquilo. No hay nadie más que nosotras dos. Nadie más.

-¡Sophie Rice! –no sé que rayos hago gritando su nombre.

La rubia volteó hacia mí, y sonrió.

-¿Si?

Me las arreglé en cuestión de milésimas para inventar una mentira lo suficiente convincente que se me ocurrió:

-Discúlpeme, señorita Rice. El caso es que soy gran admiradora suya –dije, con una gran sonrisa que expresaba emoción, haciendo énfasis en las palabras gran admiradora-. Estaba de paseo por el pueblo la he visto varias veces, y no pude evitar seguirla.

Noté el brillo radiante del ego en sus ojos.

-Quisiera… me gustaría mucho poder hacerle algunas preguntas –proseguí-. Trabajo para la revista Vogue, y creo que podría interesarnos.

La convicción de mis palabras fue tan fuerte que hasta yo misma me lo hubiera creído, de no ser una buena actriz. Sophie Rice sonrió aún más, dejando notar su reluciente dentadura, blanca como la nieve. Apuesto lo que quieras a que eran falsos.

-Sería un placer, señorita…

-Louise Brandeau –dije sin dudar, pensando por dentro que ese estaba muy lejos de ser mi verdadero nombre.

-Bien, señorita Louise. Justamente me dirigía a mi casa, es esa de enfrente –señaló la casa-mansión de rejas blancas que estaba a unos cuantos pasos-. Si quiere, podríamos pasar a tomar el té, y charlar del asunto. Le prometo que le dejaré preguntarme lo que quiera.

Qué ingenua.

-Perfeto –espeté.

En cuestión de minutos estaba dentro de la mansión. Era claro que vivía sola. En el living había un gran banner muy artístico de ella posando en una playa caribeña. Los muebles eran modernos, y estaban impecables como si nadie los tocara jamás. De repente, la ira volvió a estallar dentro mío, cuando eché un vistazo sobre el aparador y encontré una fotografía enmarcada de ella, con Tom. Sí, Tom.

¿Qué demonios hacía eso ahí?

Sophie colgaba su abrigo en el perchero, y no pude resitirlo:

-¿Quién es él? –señalé la foto, intentando disimular la expresión desquiciada que seguramente tendría en el rostro.

-Mi ex novio… por ahora. ¿Es apuesto, no? –se rió de una forma estúpida y continuó-, lo abandoné hace casi un año, por un modelo francés con un trasero espectacular. Estoy tratando de reconquistarlo… ¿qué tienes?, ¡te ves terrible!

Yo estaba fuera de mis cabales, valla a saber qué expresión tenía en el rostro.

-Venga, tomemos un té caliente, debe ser el frío.

La modelo entró como desfilando en la cocina, y yo la seguí. Mientras ella colocaba la tetera al fuego, vino a mi mente una bonita canción. Better Together, de Jack Johnson. Tom me la había dedicado apenas comenzamos a salir. Cuando ella terminó con él, pero él no terminó con ella. Quizás yo debía terminar con ella entonces, ¿verdad?

Better Together. Quiere decir Mejor Juntos, en español. Better To-get-her. To-get-her. Darle-a-ella, en español.

Mejor darle a ella.

Mientras estaba de espaldas colocando cada taza en un plato, Sophie tarareaba una melodía desconocida. Tomé un repasador de la mesada, y empuñé un cuchillo de cocina que estaba cerca.

To get her. Darle a ella

Y así lo hice. Sin musitar, hundí el cuchillo en su costado derecho.

Una vez. Otra. Y otra.

Una de las tazas de té calló al suelo y se hizo pedazos, al mismo tiempo que Sophie Rice se desplomó a mis pies.

No sé por qué sentí un gran alivio. No habían huellas, no había nada. Aún sosteniendo el cuchillo, lo tiré junto a ella y me guardé el repasador en el bolsillo de mi tapado. Iba a quemarlo luego, para borrar evidencias. Así jamás sabrían que fui yo, ¿verdad?

Toda esa sangre… ¿no fue culpa mía, cierto?

No toqué más nada, y volví a casa. Al sofá junto a la chimenea. A la aburrida literatura antigua. Romeo y Julieta apestan.

¿Qué tal si no era solo Sophie Rice? Ella ya no existe, y él no podrá pensar en ella otra vez, pero… ¿qué tal si las otras sí piensan en él ahora?

No pueden hacerlo. No deben hacerlo.

El alivio que sentí al haberme deshecho de Sophie me duró poco, y me invadió la paranoia otra vez. Temblaba de odio imaginando escenas de Tom con sus ex novias en el pasado. Me puse de pie y fui en busca de un vaso con agua para calmarme.

Mentira, los vasos de agua jamás han calmado nada.

Pensé en todas ellas, las que restaban. En la que era mi mejor amiga. Aún manteníamos buena relación. Así que tomé el teléfono de al lado del refrigerador, casi sin pensar, y la llamé para invitarla a tomar el té. Todavía no era tan tarde, así que accedió encantada.

Venía para acá.

Sonreí, casi satisfecha, al mirar el juego de cuchillas profesionales que mamá me había obsequiado hace unos meses, cuando empecé el curso de chefs.

Tranquila –me dije. A todos les llega la hora.

23 may 2011

María

¿Acaso te llamaban solamente María?
No sé si eras el eco de una vieja canción,
pero hace mucho, mucho, fuiste hondamente mía
sobre un paisaje triste, desmayado de amor... El Otoño te trajo, mojando de agonía, tu sombrerito pobre y el tapado marrón...
¡Si eras como la calle de la Melancolía, que llovía y llovía sobre mi corazón! María...En las sombras de mi pieza es tu paso el que regresa, ¡María! Y es tu voz, pequeña y triste, la del día en que dijiste: "Ya no hay nada entre los dos.." María...La más mía, la lejana. Si volviera otra mañana por las calles del adiós. Tus ojos eran puertos que guardaban ausentes, su horizonte de sueños y un silencio de flor... Pero tus manos buenas, regresaban presentes, para curar mi fiebre, desteñidas de amor. Un Otoño te fuiste, tu nombre era María y nunca supe nada de tu rumbo infelíz.

¡Si eras como el paisaje de la Melancolía! que llovía... llovía sobre la calle gris. María... la más mía, la lejana. Si volviera otra mañana... por las calles del adiós.

20 may 2011

Cualquier sentimiento ya existente se queda corto.

Después de tanto tiempo de no actualizar nada acá...
No es que no se me ocurría nada, y por eso estoy subiendo esto. No.
Es que no se me ocurrió nada mejor.
El tiempo que pasó no fue mucho, es más, fue una locura. Pero a veces la locura más descabellada, puede incluso terminar por ser la solución más sencilla. Esa es una frase de mi autoría a la que siempre le dí la razón.
A veces le atribuímos la locura siempre a la mente, y para mí no es así. Uno puede tener ideas descabelladas, reacciones inesperadas, estar loco. Pero no es equivalente a ser un enfermo mental. No es ese el tipo de ''locura'' que muchos dicen padecer. Pero, yo creo que muchas de nuestras locuras no vienen de la mente, sino del corazón. Si le hiciéramos caso siempre a la mente, seríamos personas racionales, lógicas, aburridas. Si yo no hubiera escuchado a mi corazón, como quien dice, y no hubiera cometido ciertas locuras, no me hubiera arriesgado a ciertas cosas, como el hecho de dejar enamorarme de vos, hoy no estaría aca escribiendo esto. Y esa locura cometida, vino de mi corazón. No de mi mente.
Mi corazón se volvió loco por vos. Quizás sea esa la explicación.
Y lo único que tengo para decir después de esto, es que si mi corazón no acertó a lo correcto, si esto fuera un error, no podría haberme equivocado mejor. Con nadie me gusta más pasar las horas que con vos. Con nadie podría jamás hacer las cosas que hago con vos. Nadie en el mundo me quiso tanto como me querés vos, y creo que nadie podría quererte como yo te quiero. Como yo te amo. Sí, te amo. Te amo de la misma forma, desde el primer día en el que me dí cuenta que te amaba, y lo voy a seguir sintiendo siempre igual hasta el último día.
Hasta el fin del mundo.

Federico Dallegri... ¿te casarías conmigo?

Here's your letter !

I'm talking to the ceiling
My life just lost all meaning
Do one thing for me tonight
I'm dying in this silence

The last star left in heaven
Is falling down to earth and
Do you still feel the same way?
Do you still feel the same way?

Blink182.