Color my life with the chaos of trouble.


23 may 2012

Cuatro pasos a seguir



1.
Fiebre de sábado por la noche
Cuando la noche cae, cae oscura y pesada y hasta a veces traicionera. Con sabor a poco y un par de pies en remojo con la absurda realidad disuelta en el agua con sal de la palangana.
Para sacar esos pies inconclusos, ansiosos de suelo, de pasto, de pista de baile, tan hastiados de la otra cosa, no hay receta mejor que ninguna. Ninguna. Sacalos, y punto. Caminá.

2.
La otra cosa
Vos caminá. Salí a la calle, a la vereda, y caminá. Olvidate de dónde estás, de la ropa sin lavar, del gato que no comió, o de que no te bañaste. No importa el sabor que tengas en los labios, no importa a dónde vas. Vos caminá.
Para caminar, que dentro de todo es algo sencillo, no precisás mucho. Dos piernas. Dos pies. Y un cerebro pensador. No importa otra cosa acá, vos pensás ‘caminar’, y es como una orden inmediata que surge de algún rincón dentro tuyo y cuando te das cuenta ya estabas avanzando. A paso lento y perezoso, o no. Tal vez a paso rapidito. Pero avanzás. Te alejás de toda la otra cosa.
Qué astuta la mente humana.

3.
Música, por favor
Es necesario atravesar un par de esquinas. Pero con moderación, no sea cosa que camines en círculos y te pierdas y te pierdas y te pierdas y termines en el ningún lado de la rutina.
Y música, por favor. Vos elegís una buena canción y el resto ya es como nada. Fluye fluidamente en la fluidez de la melodía.
El universo paralelo de los autos contaminadores de ambiente es cosa aparte. No mires jamás a ambos lados de la calle antes de cruzar, eso es un mito. Y no seas como la gallina. No cruces la calle sólo para llegar al otro lado. Si así va a ser, quedate donde estás.

4.
Let it be
Dejá todo atrás. El silencio, la bronca, esa mina que te miró mal. Incluso el sonido cálido y rugoso de tus pasos en el asfalto desafaltado de las callecitas hipócritas que una vez te llevaron a la perdición. Olvidá el sonido de tu respiración nerviosa, de película. El sonido del roce en la entrepierna de tus jeans gastados y ajustados a las ligeramente excedidas piernas.
No te quejes. ¡A tantos lados te habrán llevado!
Dejá en paz al reloj, fijándote la hora cada 5 segundos. No va a llamar nadie.
Dejá en paz al tiempo, esa horca sutil que cada día se nos ajusta más al cuello.
Dejá. Dejalo ser. 

6 may 2012

3 may 2012

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Dijo Hola y Adiós.Y el portazo sonó como un signo de interrogación.

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ESTA VEZ YO QUERÍA QUERERLA QUERER, 
Y ELLA NO.

2 may 2012

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Y así quedamos:
FULANOS DE NADIE!

My best friend is You.


Am I the only one?