No sé si escuchás, o quizás ya no sirve de nada. Solo murmurás... ¡Sólo me das vuelta la cara! Y ayer nomás, tu sol me entusiasmaba...
No llorabas por mí, no llorabas por nada.
Dejaste que el dolor te curtiera la piel, ¡ojalá no sea tarde! para volver a nacer, para poder levantarte... me encantaría que estuvieras dormida, que estuvieras dormida,
me encantaría volver a verte reír.
¡Cómo me gusta verte reír!
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