
No llorabas por mí, no llorabas por nada.
Dejaste que el dolor te curtiera la piel, ¡ojalá no sea tarde! para volver a nacer, para poder levantarte... me encantaría que estuvieras dormida, que estuvieras dormida,
me encantaría volver a verte reír.
¡Cómo me gusta verte reír!
No hay comentarios:
Publicar un comentario